Te lo voy a decir bajito, muy bajito al oído, para que sólo lo escuche tu corazón, para inundar con mis voz tu espacio interior, para que recorra mi sonido cada arteria, cada vena.
Qué hermoso es amarte, tu risa, tu voz, tu incesante melancolía. Te lo voy a decir bajito para que nadie te robe lo que siento, lo que pienso, lo que digo. “Te Amo” y te lo digo despacio, suave, como si te recitara un poema largo y bonito.
“Te Amo” a voz bajita y latidos fuertes, “te amo” de quédate hoy no te vayas, de encontrarle figuras a las nubes. “Te Amo” de ti, de mí, de ausencias…
Mirándola con otros ojos, Mercedes Reyes Arteaga
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