Al final del camino, la Abuela Muerte y la Abuela Vida me esperarán sonrientes tomando un té, sentadas en su silla de esparto y eternidad, y me preguntarán:
– ¿Cuánto has vivido?
Entonces abriré mis ojos y dejaré aquí la arena de todas las playas, la siembra de todos los pasos.
– ¿Cuánto te has entregado?
Entonces abriré mis manos y dejaré aquí todas las estrellas, constelaciones y un séquito de sueños.
– ¿Y cuánto has amado?
Entonces abriré mi pecho y dejaré aquí todas las flores.
Así, yo me iré, llena de lo que aquí deje.
Y la Primavera seguirá llegando…
Ada Luz Márquez
(Del muro de Facebook de Ada Luz Marquéz)
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