Me despojo de quien fui para ser quien debo ser, porque al vaciarme doy lugar a nuevas y fructuosas experiencias en mi vida para continuar el aprendizaje que necesita mi alma.
Dejo atrás las memorias de dolor para abrazarme en amor continuando por un nuevo camino. Práctico la compasión conmigo misma mirándome y tratándome con dulzura en cada acto y pensamiento diario. Me libero y me rindo a la alegría de ser aquí y ahora.
Despierto a la luz infinita de la sabiduría que habita en mi interior sin juicios hacia lo que vivo. Exploró con libertad la creatividad que brota de mi alma y mi corazón. Alcanzo la paz al ser quien soy sin miedos, en la quietud y silencio de mi alma. Abrazo la vida transitándola con la inocencia de mi niña interior y agradezco cada paso en mi camino de evolución. Me doy permiso para ser inmensamente feliz.
Texto encontrado en internet
(Si conocen el autor háganoslo saber por favor)
Psico-Salud