Todos hemos tenido experiencias de vida donde las cosas no salen de la mejor forma ya sea en asuntos personales, proyectos, o relaciones amorosas. Esas vivencias por lo general van mermando la confianza personal con el tiempo. He escuchado a muchas personas decir: «es que soy desonfiand@ por culpa de los demás». Le realidad no es que dejamos de confiar en la gente, sino en nuestras propias elecciones y decisiones, por lo cual siempre es recomendable estar recapitulando las etapas que en se fue disminuyendo.
La confianza es una cualidad de todos los seres vivos, implica por lo tanto seguridad y certeza en lo que se esta haciendo, sintiendo, viviendo o trabajando, pero muchas veces nos vamos de boca porque confiamos de mas en una situación o en una persona y las cosas no salen como esperábamos, lo que sucede es que delegamos sin darnos cuenta a quienes no saben cuidar algo tan valioso y terminamos llenos de emociones negativas, conflictos, miedos y dolor.
En las relaciones amorosas por ejemplo, a todos en algún momento de nuestra vida nos han roto el corazón, y es porque muchas veces confiamos ciegamente, nos hacemos expectativas de la pareja o no aceptamos la realidad como es, cuando esto sucede tendemos a desconfiar en el futuro, pero pregúntate por un momento: «¿Esa persona después de el daño cometido te puede regresar lo que se fue con esa experiencia?». La respuesta es: no. En esta situación lo único que queda por realizar es recuperar lo que es tuyo: LA CONFIANZA EN TI MISMO.
